Cuenta Diego Areso, autor de la cosa:
La conversación con el amable señor [del despacho de abogados] fue, ciertamente, amable y tranquilizadora. Le expliqué que el blog no tiene ánimo de lucro y que actúo de buena fe, que el uso de material de Zeta es muy esporádico, que las páginas publicadas procede de las propias redacciones (que, de hecho, yo había trabajado en Zeta muchos años). Le re-envié un mail del propio director de Cuore en el que me autorizaba a publicar sus páginas. Y le conté lo paradójico que resultaba que me pidiera la retirada de todo ese material minutos después de que hubiera subido al blog un post sobre Interviú con páginas enviadas directamente por su responsable de diseño.
[…] Hace unos días recibí otros dos requerimientos, y no les hice mucho caso. En mi ingenuidad, entendí que el envío era el resultado de un proceso ya iniciado, pero que les había convencido de mi buena fe y de que contaba con permiso para publicar el material.
Pues no. Hoy me he encontrado con que el servidor que aloja el blog, Hostony, me había bloqueado la cuenta y todos mis dominios.
Todo esto es arbitrario, absurdo. Una completa falta de sentido común. Los abogados de Zeta se han comportado aquí como matones del barrio. Porque tontos no deben ser. ¿O sí?
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