No me animo a juzgar a Papel Prensa S.A., por lo menos ahora, cuando es urgente defender la libertad. Todos sabemos que hubo irregularidades y privilegios en su fundación y consolidación. Y también conocemos y conocimos a muchos más y más serios detractores que el gobierno de los Kirchner, pero no me atrevería a condenar a una empresa por aprovecharse de un privilegio, aunque se lo diera un poder ilegítimo. Esa es otra historia y otra decisión que deben tomar los jueces y los lectores, pero con toda la información.
El problema actual es otro. El poder planta todos los días trampas a Clarín y La Nación para coartar su libertad y no por una razón de justicia. Y va por el peor camino porque es el único que conoce: el de los aprietes y las extorsiones de corte fascista. Le está dando a Papel Prensa los argumentos y hasta el estilo dialéctico para defenderse hasta de los posibles delitos que hubieran cometido sus funcionarios y propietarios. Y está poniendo hace rato en evidencia que al gobierno argentino no le interesan las cuestiones legales o de procedimiento y ni siquiera los delitos que pudieron cometerse. Solo quiere hacerse con la única empresa proveedora de papel de periódicos... para controlar los periódicos.
Aquí el apriete del día en La Nación de hoy.
2 comentarios:
Als das Leben, sowie harte Leben zu genie?en, jetzt genie?en
Alle Arten von Leben, alle Arten von Menschen
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