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Señal de que se pueden hacer trabajos estupendos, creativos, frescos y cálidos, emocionantes, nuevos, nada sobrecargados.
Y bien gráficos.
...ao contrário do que vêm propagando alguns poucos mal-informados, irresponsáveis e mal-intencionados, o Jornal do Brasil está caminhando para uma nova e melhor fase. O JB continuará existindo – ágil, moderno e influente. O JB, segue seu caminho de pioneirismo. Foi, já em 1995, o primeiro jornal brasileiro na internet.Acá abajo, un homenaje improvisado al gran diario. Atención a las portadas del Caderno B, copiado hasta la saciedad como concepto, como gráfica, como todo:
La aparición de los sistemas radiofónicos, y de la televisión después, tuvo efectos políticos insospechados. Los tronos y dominaciones de esta tierra descubrieron que, de nuevo, era necesaria su intervención, en forma de permiso previo o de concesión administrativa, a la hora de ejercer los ciudadanos la libertad de expresarse. Con motivo, o bajo pretexto, de lo escaso del espectro radioeléctrico, determinaron un sistema de concesión de frecuencias y canales que limitaba el ejercicio de las operaciones en radio y televisión, pudiendo ser desempeñado sólo por quien obtuviera una licencia. Es como si los burócratas modernos hubieran resucitado la virtualidad de las cédulas reales que antes se concedían para el imprimátur de los periódicos. Muchos gobiernos, que se jactan de ser democráticos, las administran de igual modo, premiando a sus amigos y castigando a los enemigos según su antojo.¡Libertad de radio y televisión! en Paper Papers, 14/11/09
Dos meses y tres semanas después del informe de Tiempo Argentino, el Estado Nacional, representado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, emitió un informe de 23 mil fojas que arribó a similares conclusiones que el nuestro. Saludamos desde estas páginas que una jefa de Estado de la democracia, elegida por el voto popular y en las urnas, se haya atrevido a enfrentar a los voceros del orden conservador, con el mismo énfasis y convicción de este pequeño colectivo de trabajadores de prensa.¿Qué quieren que les diga? Prefiero el editorial de Jorge Lanata del 25 de agosto (emisión 77).
—Se llevan todos los diarios. Hoy todo el mundo quiere La Nación y Perfil o Clarín y Perfil. Mire, son las diez de la mañana y casi no me queda Perfil.Le explico que hoy es un día para leer los diarios en Buenos Aires. Y también que el poder apuesta más fuerte cuando menos le queda y que los diarios del gobierno son como los vendedores de armas: cuando hay guerras, las aprovechan; cuando no, las provocan.
—¿Y estos de acá abajo? le pregunto mientras hurgo en la pila y pellizco los del gobierno.
—A esos no los quiere nadie. No vendo ni uno.
—Bueno. Eso es lo que pasa. La gente quiere saber la verdad.
Así aprendí a vivirMe lo envía AS*, otro que debería contar también su llegada a la profesión.
Mis detractores atribuyen a mis incapacidades literarias la profesión de periodista que ejerzo. En su encono, no perciben cuan cerca de la verdad impactan sus pullas. Ya muy temprano mis padres supieron ver el mal en mis desaforadas propuestas vocacionales. Quería yo ser actor, bombero, científico y para cuando fuera realmente grande, niño. Era aquel un fuego devastador e íntimo que me convulsionaba. “Una anomalía vital”, pronunció el primer médico que consultaron: recuerdo sus rostros escépticos mientras yo auscultaba con su estetoscopio el perchero del consultorio reclinado en la camilla. “Puede ser encantador pero también temible”, concedió al ver la escena.
Pronto, mi precocidad en la lectura y la escritura dejó de ser un orgullo familiar para instalarse como fuente de preocupación. Todas las opciones existenciales que yo enunciaba, desplegadas en un abanico desconcertante, encontraron su camino hacia mi torrente nervioso y se adueñaron de mi intelecto, de mi voluntad, de mis sentimientos y hasta de mi cuerpo. Mi madre sufría en silencio mientras yo me alejaba de lo terrenal y mi padre me consideró pronto un caso perdido.
Yo simplemente escribía: de las hojas sueltas pasé rápidamente a cuadernos que me iban comprando con cada vez más frecuencia y una vez que no llegaron a tiempo con la reposición, desarrollé un largo texto sobre un circo con ilustraciones y todo, sobre el empapelado casi crema con suaves arabescos en dorado del living. “Eso pasa por haberlo llevado al circo”, dijo mi padre, en lo que fue el estertor de su instinto paternal. Cuando llamaron de la escuela, alarmados, sólo mi madre aceptó ir.
Recuerdo a mi madre estoica en su vestido azul ante la alarma de mi maestra. Nada de lo que le dijera le resultaría novedoso. Ecuánime ante la desgracia, escuchó el relato casi tartamudeado de la experimentada docente ante esta situación inédita. Las varias hojas de mi composición La Vaca se arrugaban en la tensión de su mano derecha y el rictus de sus labios preanunciaban la enfermedad de la cual se me sigue responsabilizando. Eso se supo a través de trascendidos. Lamento, con todo, no conservar ese texto sin duda conmovedor. Yo fui dado de baja en esa escuela, no diría que por ese incidente en particular, y allí comenzó mi peregrinaje por la incultura construida por el mosaico inarmónico de sucesivas escuelas que le daría sólida base a la profesión de periodista que me esperaba con las fauces abiertas.
Fue por cierto la sucesión de instituciones educativas más que la ayuda de la ciencia lo que logró quebrar una y otra vez la arrolladora ola emocional, hasta dejarla en suaves ondulaciones. No es que mi madre cejara en sus intentos por sustraerme de ese vórtice creativo. Los estudios sugirieron que la creatividad, en general, está relacionada con la insania, y como la demencia precoz, surge en mentes que carecen de la posibilidad de filtrar y redirigir el pensamiento directo. Ese proceso inhibitorio habilita el pensamiento creativo sin las limitaciones de lo ortodoxo y lo convencional, le informaron desde el Instituto Carolino, de Estocolmo; hasta allí llegó la consulta.
La cura, como tantas otras cosas, llegó con la edad; ya de púber se me consideraba un bueno para nada por lo que en mi casa se esperó con ansia que me llegara a la edad para ser cadete en la redacción de un diario. La aparente libertad de los adultos allí esclavizados, la disipación con que encubrían su frustración y la maravilla de ser voyeur de la realidad me atraparon. Y fueron mis tutoras unas fuertes restricciones intelectuales, al anular toda potencia cognoscitiva real sustituyéndola por la superficialidad irremediable del periodismo. Nada de escribir en primera persona, nada de incluir en el texto mi percepción de aquello de lo que tenía que informar. Nada, en fin, que se saliera de lo previsible de la agenda noticiosa. Esto sí que es vida.
CABLEVISIÓN DENUNCIA PERSECUCIÓN ILEGAL DEL GOBIERNO PARA REDUCIR LA COMPETENCIA EN INTERNET Y AFECTAR A LOS USUARIOS
En una medida ilegal y arbitraria, que no tiene antecedentes, el Gobierno pretende dar de baja la licencia del servicio de Internet de Cablevisión a través de su marca Fibertel, y afectar no sólo a su más de un millón de clientes, sino a todos los argentinos que hoy pueden contar con una opción competitiva y de vanguardia tecnológica en banda ancha. La medida busca reducir drásticamente la competencia y consagrar el monopolio de las telefónicas.
La inédita resolución revela una brutal actitud de hostigamiento contra una empresa que fue la primera en introducir Internet de alta velocidad en Argentina, hace ya 13 años, al inaugurar el servicio de cable modem, frente a las dos grandes telefónicas, herederas de la red pública. Pero además, implica una gravísima penalización a los clientes y a los consumidores, al pretender restringirles su libertad de elección y convertirlos en rehenes de una persecución.
Como ya viene sucediendo con otras medidas ilegales del Gobierno, Cablevisión tomó conocimiento de la misma por una conferencia de prensa, en este caso del ministro Julio de Vido. Sin dudas, se trata de un nuevo y gravísimo capítulo dentro la escalada, cada vez más totalitaria, de ataques del Gobierno contra las empresas del Grupo Clarín.
Cablevisión impugnará de inmediato este nuevo avasallamiento a sí misma y a sus clientes. La medida no tiene sustento legal ni fáctico alguno. La compañía viene brindando su servicio sin interrupciones de ningún tipo. Desde 2003, Cablevisión es la titular de la licencia que opera con la marca Fibertel, tras la absorción societaria de esta última, que fue aprobada por la Inspección General de Justicia.
Cablevisión seguirá brindando con normalidad el servicio de Internet mientras defiende en todas las instancias correspondientes sus derechos y los de sus clientes. Los mismos clientes que han convertido a Fibertel en el servicio más confiable, en el de mayor velocidad y desarrollo tecnológico, en el único con tarifas nacionales e igualitarias para todo el país y en el primero que no depende de la red telefónica.
Con esta medida, el Gobierno pretende anular la competencia en la prestación del servicio de Internet, favoreciendo sospechosamente a las compañías telefónicas de capitales extranjeros que ostentan un claro monopolio, en desmedro de una compañía nacional.
Cablevisión ejercerá todas las acciones administrativas y judiciales, tanto en el fuero civil como penal, para defender sus legítimos derechos y velar por la continuidad de sus servicios con la más alta tecnología, tal como lo viene haciendo hasta la fecha.
Portadas así en un diario del porte de El Nacional suelen responder a una decisión visceral. Su resultado suele ser visceral. Y la ventaja de diarios como El Nacional es exactamente la inteligencia para poner en berlina al poder haciendo pensar a la gente, haciéndoles caer en la cuenta. Una foto como esa deja al lector indefenso ante la brutalidad desnuda, sin poder pensar. Es caer en la trampa del poder, que busca chivo expiatorio –explicatorio– para quitarse de encima la responsabilidad, suya y solo suya, de la inseguridad y la severa inquietud que genera.Esto ni es definitivo ni acaba acá. Sigan atentos.
News now is like a pyramid of increasing value. At bottom is raw data, like stock prices, and thanks to Google and others it is almost worthless. Just above that is regularly-released news, like company releases or product information. This has considerable value only if the product has a lot of fans, like Apple draws.
Above that is unique information, either “scoops” (increasingly less valuable, with the velocity of information) or authority (particularly useful when people need context, or when combined with a scoop, since that is a filtering agent.) Great insight, or an urgent question answered is more valuable still.
Even higher though is the thing the Internet cannot do: Provide human contact and real focus. […]