La página 14 de
La Nación de ayer deschava editores distraídos de fin de semana, con Kirchner operado de otra obstrucción en una arteria. Pero lo que se ve no es todo. La nota termina abruptamente en una frase cortada... Son los errores más fáciles de criticar y los que más indulgencia me inspiran. Errores de verdad son los que no se ven.
Bueno, también hay una explicación en el vértigo que les dio la doble central en escalera (¿le habrán cobrado la tinta a American Express?).
Lorem ipsum, en Paper Papers, 15/12/07
La página 14 de La Nación de ayer deschava editores distraídos de fin de semana, con Kirchner operado de otra obstrucción en una arteria. Pero lo que se ve no es todo. La nota termina abruptamente en una frase cortada... Son los errores más fáciles de criticar y los que más indulgencia me inspiran. Errores de verdad son los que no se ven.
Bueno, también hay una explicación en el vértigo que les dio la doble central en escalera (¿le habrán cobrado la tinta a American Express?).
Lorem ipsum, en Paper Papers, 15/12/07
5 comentarios:
No entiendo... Perdón!!!
Lee la bajada...
Olios!!!!
Nunca entendí de todo la manía de usar el lorem ipsum. ¿Qué agrega? ¿Arte a una página que a los diez minutos será distinta?
Lo que da vida a los títulos, bajadas y afines son generalmente los verbos. Un lorem ipsum no dice nada, no aproxima nada. Una tipografía no tan buena puede cobrar una fuerza brutal con un buen título. Y también hay diarios que parecen haberse esmerado mucho en buscar tipografías y estilos que arruinen títulos.
O sea: las dos cosas influyen, pero el lorem ipsum no hace más que alimentar el ego de los diseñadores y obligar al editor a seleccionar y borrar.
Es verdad. El Lorem ipsum es para los diseñadores que son incapaces de redactar un texto con sentido y entonces necesitan algo que se parezca a un texto con sentido. Cuando los maquetadores / diagramadores de un diario tienen que poner un texto figurado deberían escribir RIORIORIONORIO ó TXTXTTTXXXXX que resalta mucho más a los ojos de un editor que un párrafo de Cicerón.
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