1) El diario te dice lo que debes pensar. Si tienes suerte, te cuenta los hechos relativos al caso debidamente cocinados. La noticia es la interpretación y no el evento. Es una opción. A uno le gusta más otra: dígame qué pasa y yo solito me haré mi pensamiento. Lo otro se parece más a una cárcel de papel:
2) El diario se pone de perfil para no perjudicar al Querido Líder. Cocina light y sin sal. Por lo menos hoy dejan a la gente más suelta…
3) El diario trata de dar un paso más al frente sin imponer su interpretación…
Y lo peor: todos pican –me parece– en la fullería gubernamental: tapar con una politiquería poco trascendente el alza del desempleo y el fracaso de la reformita laboral de hace cuatro meses, asuntos ambos de los que, precisamente, se ocupaba el ministro dimisionario. Con lo fácil que era decir: aumenta otra vez el paro y Corbacho se vuelve a su casa.
Menuda nos espera hasta que se celebren elecciones en primavera del… ¡2012! Qué cansancio.
[Las portadas de ABC y El País han sido alteradas para acercar los títulos a la cabecera]
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