¿Cómo ves la pelea entre el Gobierno y la prensa independiente?
Como una confrontación que pone al Gobierno no sólo frente a la prensa independiente, sino que pone a los periodistas unos contra otros por iniciativa del Gobierno y sus ataques a la prensa. Y hablo de la prensa y no de las empresas periodísticas. Se ha creado una suerte de dicotomía donde no hay términos medios, no hay grises ni espacio donde uno pueda pararse a reflexionar. Francamente no recuerdo otra época así y a esta altura he pasado por muchas... No recuerdo un fenómeno de esta naturaleza ni siquiera en los años setenta, donde había muchos periodistas militantes. Pero una cosa es el periodismo militante y otra es este periodismo que defiende determinados valores políticos y lo hace abiertamente. Es un fenómeno nuevo con un ataque de un sector contra otro dentro del mundo mediático donde se trata de desvalorizar al periodismo que no está de acuerdo con el Gobierno. Hay una línea de periodistas cuya única función es desautorizar lo que dicen los otros, desentendiéndose de las causas que originan las críticas y golpeando sobre la supuesta dependencia de los otros periodistas con los propietarios de sus medios.¿Qué tendríamos que hacer los periodistas en este escenario?, ¿qué consejos nos darías?
Creo oportuno asumir que la prensa no es pura, ni transparente. Que hay intereses, hay ideologías. Lo que me niego a aceptar es que un medio periodístico es el resultado de una línea que aplica cada uno de los integrantes de la redacción. Nunca, ni en las peores épocas de este país, en la dictadura, nadie me obligó a mí a escribir nada que yo no quisiera escribir. Ni en La Nación ni en Clarín, y he pasado por ambos. Nadie nunca bajó a decirme “hay que escribir sobre este tema”. Así, toda esta noción de que los integrantes de la redacción de Clarín, La Nación o de cualquier otro medio son soldados que responden a una sola orden y que escriben lo que se les dice, me parece una patraña y el esfuerzo sostenido del otro sector de tratar de demostrar que todo es una conspiración y que cada uno de los redactores de un medio forma parte de ella. Y eso también me parece una maldad. No es así como funcionan los periodistas. Por otra parte, en una democracia, uno tiene que bancarse hasta la mala prensa. Forma parte del libre juego de la democracia y si uno tiene que bancarse a un mal político, ¿por qué no se puede bancar a un mal periodista? De hecho, el Gobierno tiene más poder que la prensa; lo ha tenido siempre. Y si uno tiene que soportar los males de muchos gobiernos, habrá que soportar a muchos malos periodistas con la diferencia de que uno se puede sacar de encima al Gobierno, pero no puede dejar de leer diarios, ver o escuchar programas periodísticos. Ése es el juego libre de la democracia, y el rol de la prensa en la democracia.
3 comentarios:
Clap, clap. Estaba pensando exactamente en en eso, mientras veía uno de estos programuchos de resumen de los medios, uno de Canal 13 que en Uruguay retransmite Canal 12. Que en definitiva es el negativo de TVR, con exactamente la misma dosis de falta de credibilidad en los informes políticos (que de todos modos es el 5% entre tanto Tinelli, Fort, culo y teta).
Ni el más mínimo intento de equilibrio, sino de defender una postura. Y aunque ese tipo de programas es lo menos periodístico de todo el esquema, refleja en lo que se han vuelto las dos partes. ¿O –y hago un salto gigantesco- no da escozor ver a un Joaquín Morales Solá transformando directamente en un anti kirchnerista? Me remito a lo que dijo O Terror en el comentario de Bolivia, felizmente levantado por ustedes: si los Kirchner son unos antidemocráticos, hay que responderles con democracia. Desde el granito de arena que le corresponde al periodismo, significa más periodismo que nunca. Y si eso requiere resaltar las cosas buenas que hacen los Kirchner, adelante. Eso es lo que dará la medida de que los palos son justos, y no sangre en el ojo ni defensa corporativa. Me parece que en eso es en lo que están fallando Clarín, La Nación y tantos otros.
Perdón, creo que me excedí demasiado siendo la primer vez que comento, je.
Gracias Ignacio. Acá se escribe del largo que te deje blogger.
Solo se que no se nada y aun de eso estoy seguro. las respuesta tipo Gandhi, de a la antidemocracia, repondamos con mas democracia, parten, para mi, de subestimar cierta logica que tiene el poder que en nuestras tierras latinas y que tienen un profundo desprecio por la democracia. A la antimdemocracia se antepone la democracia, si, pero con construccion de una vision ciudadana y con actitud de victoria no solo la de la lucha por la lucha, que es, la lucha por la lucha misma, en la que entan los medios y que solo debaten lo que el poder quiere es decir los anti k contra los k, ese debate lo impone el poder, no los ciudadanos. a los k les sirve y a clarin tambien y al que sea. lo primero que hay que romper es ese circulo: que los medios se enfrenten en relacion a las reglas de juego que impone el poder es decir de quien impone la agenda. ¿el punto es que no sera que los medios tambien son el poder?
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