En medio del ruido mediático, el periodista se ha transformado en un amplificador anónimo. Ese anonimato pasó de la televisión a la radio y de esta a la prensa escrita. La televisión definió e impuso un cierto tipo de información: sensacional, emocional y consensual. Todos los medios de comunicación se alinearon sobre ese patrón, por eso se tiene la impresión de que todos los periodistas dicen lo mismo. En pocas palabras el crecimiento de lo que se ha dado en llamar the media (medios audiovisuales) se acompaña con la desaparición del periodismo tradicional.*Marcel Gauchet es el Director de la École des hautes études en sciences sociales de París.
Estamos en un momento de auténtica crisis, en el cual el papel del periodista perdió la claridad de antes y en el que, al mismo tiempo, las expectativas de la sociedad y del público no son todavía muy claras. Esto es lo asombroso en todas las redacciones del mundo: la incertidumbre sobre lo que pide el público, lo que realmente espera y necesita.
viernes, 24 de diciembre de 2010
La incertidumbre del periodista
Guardé el suplemento por las 50.000 ediciones que vino con el diario La Nación de Buenos Aires el pasado 15 de diciembre. Ayer adelanté la clasificación de los lectores de diarios de Pedro Luis Barcia. Casi al final, en la página 96, hay una entrevista de Luisa Corradini a Marcel Gauchet* sobre el periodismo y los periódicos que no tiene desperdicio. No está en internet (¡grrrrrrrrrrrrrrr!) así que les transcribo la respuesta a la pregunta sobre qué es ahora el periodista:
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Periodistas
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1 comentario:
La sociedad del espectáculo, la de toda la vida.
Informar a gritos para no decir nada, fuegos artificales para no saber mirar hacia nada que no explote y/o brille en la pantalla. Y mucho menos observar.
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