Uno siempre pensó que el periodismo es una profesión política –por eso "periodismo ciudadano" le parece una tautología. Y quiero reproducir unas líneas de lo de Daniel que nos vienen la mar de bien. [En el original pone "pensamiento político" donde ahora dice "periodismo". Lo cambié sin permiso y sin compasión]:
Entre las exigencias que deberían acometer los que tienen como tarea la renovación del periodismo merecen ser recordadas la atención hacia una realidad que es cada vez más compleja (y de lo que suele desentenderse quien prefiere poner la crítica por delante de la comprensión), el deber de escuchar una mayor variedad de puntos de vista (de intereses, de métodos científicos) y la modestia, una virtud intelectual que vuelve tras un largo periodo en el que las seguridades ideológicas parecían haberla convertido en superflua. La sociedad actual recupera la ignorancia como algo que debe aprender a gestionar. Y se adivina que las principales polémicas políticas van a girar en torno a cuánta ignorancia podemos permitirnos, cómo podemos reducirla con procedimientos de previsión o qué riesgos es oportuno asumir. Como pudo comprobarse, algo muy poco heroico y demasiado humano, si lo comparamos con nuestras viejas certezas.¡La ignorancia! Ese es el gran enemigo. La gran causa de todos los males. El gran pecado. Ya me entiende. Me acordé de Does journalism work? un excelente ensayo de Jonathan Stray donde razona sobre el periodismo como control de la ignorancia (Journalism as surveillance of ignorance).
Muy bonita esa conexión.
Sí, ya sé que lo de Stray es un poco largo. No sea gandul y léalo igual. Así aprovecha el fin de semana y, además –fíjese lo que le digo– podrá defenderse de los que confunden información con datos, edición con algoritmos y periodismo con programación (o marketing).
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