Mallary Jean Tenore
resume en seis puntos cómo transformar un teletipo en un buen reportaje. Toma la experiencia de una
buena pieza publicada en el
St. Petersburg Times. Los tomé como esqueleto para rehacer su texto y agregar algunas ideas de uno al respecto. Ahora son cinco puntos:
1. Trabaje sobre las áreas grises para presentar a los personajes en tres dimensiones. Muchas veces la información oficial disponible –atestados policiales, informes de recursos humanos, cables de agencia…– presenta a la gente de forma unidimensional, en estricto blanco y negro o durante un período de tiempo demasiado breve. La gente no es así. La gente es multicolor, polifacética y tiene una vida vivida más larga que las últimas dos o tres semanas. Todo eso debe reflejarse en el reportaje y exige un trabajo más intenso y extenso de fuentes.
2. Preste atención y anote los detalles de la/s escena/s, que son frecuentemente olvidados en las tomas de agencia y, no digamos, en los faxes de los gabinetes de prensa.
3. Divida el trabajo entre los reporteros en función de sus habilidades. Sea estricto al menos en una cosa: que lo escriba quien mejor texto tenga entre los implicados. Obligue al resto a leer la versión final editada para evitar que se pierdan o malinterpretan hechos, detalles y circunstancias. Pero no deje que metan el lápiz ni lo reescriban.
4. Organice una cronología de los hechos antes de ponerse a escribir. Le ayudará a detectar agujeros en la historia, establecer lo que es causal y lo que es casual, mantener ordenado y accesible el material reporteado y formular/distinguir deducciones o impresiones personales sobre esos mismos hechos de los hechos en sí. Esas impresiones no pueden ser discordantes ni paradójicas entre sí y respecto a los hechos. Si ocurre eso, es que algún prejuicio se coló en el reporteo y/o la edición. La escritura puede tomar la estructura y la secuencia que se quiera, seguir el hilo conductor que uno prefiera, pero es bueno tener siempre un punto de referencia factual al que regresar.
5. Quite adjetivos y adverbios y vea si el reportaje funciona más o menos. Si funciona poco, mal. Hay que reescribirlo de nuevo porque los hechos no acaban de explican las cosas. Adjetivos y adverbios son la salsa, no el plato.
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