No fue por suerte que [Christiane] Amanpour [corresponsal de ABC News, llegada en 2010 de la CNN] logró sus entrevistas exclusivas con el vicepresidente [egipcio], Omar Suleiman, y el presidente Mubarak. No fue por su fama o méritos superiores. Amanpour ha pasado la mayor parte de los últimos 20 años como corresponsal de la CNN en el exterior, viajando por todo Oriente Medio, y conocía a Mubarak de entrevistas anteriores. Demostró su experiencia tanto en su firme pero amistoso manejo del encuentro con el acosado presidente como en el modo imperturbable con que afrontó a la hostilidad de los partidarios de Mubarak fuera del palacio. El golpe de Amanpour ilustra, además, la progresiva irrelevancia de los grandes presentadores de televisión. Antes era importante para los informativos que sus estrellas aparecieran en las zonas de guerra y áreas de desastre. Así se indicaba a los espectadores que aquella historia era relevante y, más aún, se les demostraba que la cadena podía desviar vastos recursos económicos y técnicos para contarla. Hoy en día basta con un ordenador portátil y un teléfono con cámara para hacer ese trabajo. Hacerlo bien requiere, además, habilidades muy diferentes: flexibilidad, movilidad, idiomas y experiencia de combate más que star-power y aire de autoridad.Es una aplicación más del principio de Jarvis: dedícate a lo que sepas hacer mejor y enlaza el resto. En este caso, Diane Sawyer, la presentadora estrella de la NBC hizo lo que mejor sabe –manejar la presentación y el estudio– y enlazó con Christiane Amapour para el trabajo en la trinchera. Ahorraron plata y nos informaron mejor.
En cambio, la NBC y la CBS actuaron según el viejo libreto: mandaron a Brian Williams y a Katie Couric a El Cairo, donde se vieron superados un día tras otro por el trabajo superior de los veteranos de la zona y de la cosa: Richard Engel (NBC) y Lara Logan (CBS). Williams y Couric regresaron a Nueva York en menos de una semana.
Luego no diga que le tengo manía al viejo.
1 comentario:
No lo nombras, pero supongo que con Anderson Cooper de la CNN pasó lo mismo. Al final dio la impresión de que lo más importante fue que le empujaran e intentaran agredirle que lo que estaba ocurriendo en el lugar. Y me parece que tampoco duró una semana en Egipto. Una pena.
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