¿Quién dice que solo con una foto se consigue impacto visual? The Independent da ejemplos muy seguido, como esta tapa de ayer:
Por supuesto, está también la histórica de Bono del 14 de mayo de 2004
1. Emplea Twitter para lo profesional. Traslada las relaciones personales a Facebook, al correo-e, al sms, al teléfono o al bar. Twitter es para trabajar, no para hacer amigos ni para celebrar congresos.
2. No sigas a nadie si no añade valor a tu TL (creo que JLO* lo dijo exactamente así). Ojo: hay buenos blogueros que son un desastre como tuiteros y al revés. Ojo 2: hay asuntos cuyo lugar natural es un blog y no Twitter y al revés. Etc. Más: a quien tuitea tres o cuatro veces qué o dónde come, que el pequeño se le hizo caca en el freno de mano y similares >>> unfollow. Con pocas excepciones.
3. Revisa, verifica y pon al día im-pla-ca-ble-men-te, cada semana, la lista de gente a la que sigues, las listas que manejes y tus búsquedas guardadas. No admitas lloros ni quejas de los no-seguidos. Twitter no es una guardería: que se compren un peluche.
4. Reduce todo lo que puedas el número de seguidos, listas y búsquedas. Hay buenos retuiteadores que te ahorran el trabajo de seguir a sectores o especialidades enteras: localízalos y olvídate del resto. P.e., si te interesa el mundo de la edición, sigue a @libreros. Si sigues las revueltas en Oriente Medio, @jordipc es tu hombre. Y así.
5. No somos de piedra: agradece los RTs y las informaciones con cc a ti.
6. Da la bienvenida uno por uno a tus nuevos seguidores mientras puedas. Entra un poco en el TL de los que usen avatar personal (no "huevos") y en su blog o web si tienen. Te haces una idea de quién te sigue.
7. Para verificar de urgencia una fuente: fíjate en quién le sigue y si los mensajes de su TL tienen coherencia, forman un relato con sentido (si no anda cambiando de argumento, de lugar, de tiempo, de línea…). Por supuesto, googléalo y bingéalo: eso lo primero. Si dudas, ni lo uses ni lo publiques. Espérate o pregunta.
8. Twitter también puede ser un medio informativo y si quieres establecerte como periodista en esa red debes aplicar criterios profesionales. Cuida tu marca y recuerda que si trabajas para un medio establecido muchísimas personas identificarán tu TL con el medio. No vale retuitear todo o retuitear lo que te cae bien, etc. Lee antes las piezas que quieres retuitear aunque vengan de tu seguido más fiable. Cuida el lenguaje. Escribe para que te cliquen. Usa acortadores y hashtags. Cita.
9. 'Cuando el dedo señala a la luna, el imbécil se queda mirando el dedo'. Evita entrar en todas las discusiones referentes al dedo, en el 90% de las referentes a la luna y reduce a 5-6 tuits el resto. No pierdas el tiempo ni lo hagas perder: ni la maldad de la guerra ni la renovación del Tratado Start se resuelven en Twitter.
10. Buen humor, buena onda, piensa bien, amabilidad, respeto, suéltate un poco. Relax: que alguien RT algo no significa necesariamente que esté a favor (aunque de alguna manera vales lo que valen tus RT). Si eres de los que nació para tener razón o salvar al mundo te llevarás muchos sobresaltos, muchos disgustos o ambos.
11. Si la pifias en público, rectifica en público. Discúlpate. Ni te borres ni disimules: todo se sabe y es peor. La credibilidad de tu avatar es más que la suma de tus 'aciertos'.
12. Esfuérzate y no seas pesado con tus tuits. No des la vara #hombreya. Programa los que no son urgentes (el 95%) a horas agradables (p.e., un poco antes de comer…). Tuitea cuando quieras pero al menos ten un momento fijo para aparecer en el TL: tus seguidores acabarán esperándote.
13. Tweetdeck. Es el mejor gestor. Pega: consume mucha RAM. Mucha.
Why would a paper want to punish its most loyal readers, who are more likely to live in the country and are thus worth more to advertisers, while letting casual, low-value readers snack on its content without paying?Ni uno solo de los mulás digitales viene proponiendo solución real a ese laberinto. Sólo gritos y amenazas. El NYT se atreve. Como dice un conocido: Pensemos.
The answer is that newspapers such as the New York Times have come to see the web in a different way. Although digital advertising revenues at the Times’s News Media Group grew by a healthy 18% between 2009 and 2010, to $212m, overall ad revenues fell by 4% and subscription revenues also fell. The New York Times has concluded (as the Wall Street Journal and the Financial Times concluded some years ago) that online advertising cannot possibly grow quickly enough to counteract the decline in paper advertising and readership that newspapers, by putting the content online for free, are almost certainly speeding. The web is great—but it is great not so much as a source of revenue but as a cheap way of attracting paying subscribers. It’s a shop window, not a business. Heavy users get the requests for money because they are most likely to become subscribers.
[…] I have decided to move on from Op-Ed columnizing (as Bill Safire called it) to a fresh adventure in journalism at New York magazine. It was a highly personal decision and I’ve been weighing it for some time.
My decision is no reflection on The Times. This paper remains a nonpareil platform for writing a column — not just for its readership, but also for its journalistic freedom. During my time on the page, the most frequent question I’ve been asked by readers is: Did The Times ever censor you, or try to censor you? The answer is no. The same, by the way, was true when my theater reviews regularly antagonized some of the paper’s biggest advertisers.
That’s just one of countless reasons I leave The Times feeling as reverent about it as I did when I arrived. Neither it nor any other institution is infallible, as was illustrated most recently during the run-up to the Iraq invasion. But The Times is our essential news organization, and more so now than ever, when so many others have dwindled in size, ambition and scope. Should anyone have even an iota of doubt about The Times’s crucial role in helping its readers navigate the tumult of the 21st century, just revisit its reportage from the roiling tempests of the Middle East in recent weeks. There is nothing like it in American journalism, and that will still be the case whether you read The Times on paper or get it beamed directly into your brain once Apple unleashes that app.Léala toda. No sé si quedan muchos como Rich. Qué envidia.
To us, the apocalyptic headlines don't help, the politics don't help, the fear doesn't help. Facts help. Save opinion for later.