Dónde / Cómo hacen daño los periodistas. Este es el titular y asunto de portada/tapa del magazine que llevaba el muy sesudo semanario alemán la pasada semana. Uno de los textos trata de la pésima cobertura periodística general durante la crisis financiera, otro sobre el exceso de recursos dedicados a las celebridades y otro sobre cómo un reportaje destruye la vida de una familia marginal.
Todo eso es verdad. Pero también es verdad que se hace periodismo como el de On Shaky Ground, donde el reportero descubrió que la mayoría de escuelas de California no se construyeron según la regulación antisísmica vigente. Hablamos de 7.500 escuelas llenas de chicas y chicos, no del cambio de pintalabios de tal político. Claro, el reportaje se demoró 19 meses –había que revisar unos 30.000 documentos y comprobarlos. ¿Cómo? Eso mismo. Comprobar. Esa gente comprobó lo que decían los papeles y verificó las declaraciones de sus entrevistados, etc. No, no se lo filtró nadie, Wikileaks or otherwise. Sí, sí… es multimedia, no se inquiete. Además, es multimedia.
Vea también cómo cachalotes del periodismo –Los Angeles Times– pueden bailar tango y ganar el Pulitzer con este reportaje.
Danke, TB*
1 comentario:
nunca me lleve bien con la conjunción adversativa pero.
siempre me parece que además o en lugar de contraponer, hace una especie de defensa culposa de algo.
bueno si, eso esta mal peroooooo y en este caso no me parece que aplique por que, si los senores periodistas tuvieron que revisar 30,40 o 50 mil documentos y hacer las verificaciones del caso, eso no es mas ni menos que aquello que llamabamos periodismo y no dan medallitas por esto, es nuestra tarea hacerlo y hacerlo bien además.
nunca vi que a un cirujano se le pagara más por operar bien a un paciente.
a mi me gusta usar la Y que es además copulativa, une ideas, no las contrapone.
todo esto es verdad y tambien lo es que se hace periodismo como el de ON... no se ... suena a que uno acepta la crítica, la asume y asimila y se la matiza un poco si andar buscando peros y peritos.
bueno, son ideas de un transnochado de aquellas épocas en que se hacía periodismo sin más adjetivos.
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