A propósito del
narcótico ideológico del post de ayer,
abre hoy Tiempo Argentino con este título increíble:
¡Clarín anda espiando al extorsionador! Es de locos el cinismo de Roberto Caballero y de
Tiempo Argentino, que busca letra para los
stalinistas del poder. El delito es la filmación, no la extorsión filmada. Y para colmo acusan a
Clarín por defenderse... de un
presunto extorsionador.
Me olvidaba... en este caso sobra la preposición
a.
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