lunes, 13 de junio de 2011

La propaladora

Todavía existe la propaladora en algunos pueblos chicos de la Sierras de Córdoba (la de la Nueva Andalucía) y en muchos otros lugares parecidos. En cada esquina hay unos buenos parlantes con forma de bocina que durante gran parte del día -respetan a muerte las horas de la siesta- emiten música, noticias y publicidad. Es un medio de comunicación estupendo... y obligatorio. Por la propaladora uno se entera de las novedades del municipio (pagadas por el intendente / alcalde / prefecto); anuncian que han llegado los vestidos de moda a la tienda Santa Teresita, que la señora Rosa Mendiguren está haciendo pastelitos y que el señor Fulgencio Vignarolli necesita una silla de ruedas. Recuerdan que hay un mensaje de don Eulogio Ponce para su sobrina Filomena Portela y que Susana Fernández ya puede pasar a buscar la receta que pidió en la farmacia de don Barcia... Sobre todo y más que nada se entera uno de quiénes murieron: en esos casos la propaladora anticipa una cortina musical entre tenebrosa y angelical. Es la versión radial de las esquelas que todavía aparecen en pueblos o ciudades no tan chicas (estas son de Cartagena, la de Indias):


La propaladora es la versión hablada del periódico hiperlocal de papel, el que entra por debajo de todas las puertas de una localidad con tamaño razonable o de un sector de la ciudad con identidad social común y habitantes suficientes. La gran diferencia con un medio hiperlocal en internet, como los que aparecieron en los comentarios a este post, es que la propaladora y el medio gráfico son obligatorios. Internet es activo, la propaladora es pasiva. Internet pesca con arpón, la propaladora con red. El medio está y es útil: no hay que buscar nada en ningún sitio. Se usa porque está, como cuando abrimos la heladera para ver qué hay, como las mercaderías que están al lado de lo que buscamos en el supermercado, o una librería de la que salimos con el libro que no buscábamos. Pull Media vs Push Media.

Claro que el papel es más caro. Pero es que internet es otro medio...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No me quedan claras tus escuetas 5 razones del post anterior por las cuales el papel funciona mejor que Internet en la prensa hiperlocal ("Fácil distribución a todos los hogares". ¿Más fácil que Internet? ¿Estás seguro?).
Es claro que pasarle a alguien por debajo de la puerta información estrictamente local tiene hasta cierto romanticismo que Internet tal vez no tenga nunca. Para algunos, ensuciarnos los dedos con tinta sigue siendo irreemplazable. Pero hasta eso tiende a perderse en un mundo en que todos se están habituando a no pagar por la información.
Si el dueño de la propaladora de Nueva Andalucía nunca transformó su medio oral en escrito, ¡es porque no puede juntar la guita!
Internet es otro medio, es cierto, y es mucho más barato. En lo único que se parece a los medios tradicionales es que si tenés esos grandes periodistas que escriben "historias apasionantes" te va a ir mejor que a los demás.

En cuanto a lo publicitario, en Buenos Aires en los últimos 10 o 15 años se dio un ejemplo interesante. Clarín sacó sus ediciones zonales en el Gran Buenos Aires, para captar una de las pocas porciones de la torta que hasta ese momento no tenían: los anunciantes barriales, que no van a los grandes medios porque no pueden pagarlos y porque no les interesa. Este plan del gran diario argentino hirió de muerte a muchísimos medios escritos del GBA. Más allá de Clarín, quiero decir que siempre habrá un anunciante genuino para medios hiperlocales.

Juan

Gonzalo Peltzer dijo...

Gracias Juan.

Sí. Es más fácil que internet. Con un medio de papel aseguro a los anunciantes estar en todas las casas de una zona. Con internet, no.

No. La propaladora no imprime porque es una mina de oro. Si me dan parlantes en un pueblo no imprimo nada, ni pido licencia para radio ni para nada.

La propaladora no cuenta historias. El periódico sí puede hacerlo. Nadie lo intentó, entre otras cosas porque es difícil después ir al almacén o a la panadería y poner cara de yonofuí. Pero eso pasa cuando se tiene cola de paja. Si contás buenas historias y nadie te las contradice, te aseguro que funciona en una clase de 50 alumnos con... 50 ejemplares fotocopiados.

Clarín hirió de muerte a medios zonales porque compitieron con Clarín. Tenían que centrarse en las historias locales, las que Clarín no puede contar ni vestido de mago.