France Soir cerrará su edición impresa en diciembre. Despedirá a 89 de los 140 empleados y los que queden sostendrán la edición digital. Ha habido
protestas –el sábado no salió el diario– y habrá más. Pero no hay caso. La editora está al borde de la quiebra y bajo administración judicial desde el pasado mes de agosto. El multimillonario Alexander Pugachev, de 25 años, hijo de un oligarca ruso, compró la histórica y atribulada cabecera en enero de 2009.
Invirtió unos 100 millones de euros en resucitarla, tratando de alcanzar los 100.000 ejemplares. Fue el manotazo del ahogado.
Pugachev tenía un entusiasmo ingenuo
("Los titulares de los diarios de París no impresionan a nadie") y tenía plata. También tenía que pelearse con una redacción esclerótica que aún rezongaba que eran necesarias ocho páginas diarias para la cobertura de las carreras de caballos –y no se conformaban con cinco. Una catástrofe.
[Clic sobre el botón de la derecha del visor para ver el carrusel a toda pantalla. Contiene, entre otras,
portadas y páginas del final de la SGM; del viaje a la cara oculta de de la luna de la sonda soviética
Luna 3 en 1959; de las revueltas de mayo de 1968; de la llegada del hombre a la luna en 1969;
de la muerte de De Gaulle y muchas más].
La de
FS es una historia que se repetirá cada vez más. Todo bien. Es la vida. Triste es el fin del mito –aunque
FS era un zombi desde 2004– pero lo duro es asistir a la lenta y penosa decadencia que precede al cierre de esos títulos, la decrepitud con la que se arrastran a la tumba, esa agonía negra del prestigio dilapidado. Es la vieja con minifalda y pintalabios o el setentón que flirtea en la barra del pub con las universitarias sin advertir que le están tomando el pelo.
El diario vende hoy alrededor de 23.000 ejemplares. En 1953 eran un millón, ya bajo el mando del colosal Pierre Lazareff. Llegó a 1,5 millones durante la guerra de Argelia. Rodaba hasta ocho ediciones diarias y tenía en la redacción 400 periodistas, entre ellos luminarias como Joseph Kessel, Max Gallo, Henri de Turenne o Jacques Séguéla –la S en la agencia de publicidad RSCG e inventor del eslògan "La Force Tranquille" con el que Mitterrand ganó las presidenciales de 1981 o el "Génération Mitterrand" de 1988.
La excepcional edición de la muerte de De Gaulle –de quien el diario era partidario rabioso– del 10 de noviembre de 1970 vendió 2.264.000 copias ("Colombey, capitale de la France. Paris, capitale de l'Univers"). Fue el primer día de su larga decadencia, con caóticos cambios de amos y de fórmula.
A mediados de los 2000 hasta quiso imitar a
The Sun, tipografía y portada incluidas. La portada más famosa de esa época tempestuosa es la del 26 de julio de 2007, una esquela del Tour, "muerto" debido a los
casos de dopaje. Aunque a uno le gusta más esa otra con Jacques Chirac cabizbajo bajo el título "Un simple mortal" al día siguiente de su procesamiento. Brutal. También cometieron errores demenciales, como dar crédito al bulo de que Bin Laden estaba oculto en Estados Unidos. Era la pura degradación de sus manías, como omitir
las protestas con que De Gaulle fue recibido en San Francisco en 1960 y hablar sólo del festejo oficial (vea el carrusel). En fin.
La fórmula FS de los 50 y 60 dio en llamarse por aquí "popular de calidad": la misma agenda que la prensa "seria", sí, pero titulares como cañonazos, lenguaje sencillo, buen despliegue gráfico, obsesión por la más mínima exclusiva, grandes reportajes bien desplegados, seguimiento obsesivo de los propios asuntos, "interés humano" e innovación en los formatos, como la serie de casos reales "El crimen no paga" en género cómic…
Diarios como
El Alcázar editado por PESA, en Madrid, o
Tele eXprés, en Barcelona, trasladaron esa fórmula por estos pagos a mediados y finales de los años 60. El último gran diario armado sobre el Modelo
FS es
El Periódico (fundado en 1978), que evolucionó con mejor acierto y maestría que su propio inspirador. Fíjese bien en los ejemplares del carrusel, arriba, y reconocerá a simple vista unos cuantos usos y modos imitados por la prensa española de esa década [Clic > Amplía].
FS es también una referencia histórica en el marketing de diarios: desde el omnipresente logo del lector con el diario desplegado en todos tipo de soportes y lugares, su apoyo a campañas diversas, la publicación y venta de opcionales (revistas, reportajes, novelas, documentos…), el magazine dominical… hasta menudencias como la invención del Juego de los Siete Errores.
France Soir fabricó su estilo sobre las cenizas de
Paris Soir, diario vagamente
boulevardier de preguerra, y el vigor juvenil y heroico de
Défense de la France, el mayor diario de la Resistencia, editado desde 1941 por estudiantes de bachillerato y universitarios encabezados por dos militantes católicos, Robert Salmon y Philippe Viannay [Clic > Amplía].
Défense llegó a circular 450.000 ejemplares. Fueron arrestados 600 colaboradores del diario —320 de ellos deportados, 130 murieron. Si puede, adquiera "Défense de la France, histoire d'un journal et d'un mouvement clandestins", un emocionante documental de Joële Van Effenterre que recoge los testimonios de muchos de los bravos supervivientes de aquel momento excepcional.
Tal vez aquellos chavales valientes eran más periodistas que nosotros.
PS:
France-Soir es el único diario que ha merecido los honores de Goscinny y Uderzo en Astérix, concretamente en "Astérix y Cleopatra". Vea:
Y ha sido lienzo para algunos artistas notables, como Giacometti:
…y Picasso empleó alguna página de su antecesor como borrador [Clic > Amplía]: