Este año se aclarará cuál es el modelo de negocio que permitirá trasladar al mundo digital el valor editorial, comercial e institucional que los diarios de papel acumulan bajo sus cabeceras impresas. Será muy emocionante. Los que no acierten o lleguen tarde quedarán heridos de muerte.
Sabremos cuál de las opciones tiene mejores perspectivas de cubrir los costes del periodismo: si el todo gratis y venga publicidad o los diversos sistemas de pago por contenidos que se han puesto a rodar en 2011 vía aplicaciones o vía web, con diversas variantes según el tipo de consumo: por número de páginas vistas, en función de la plataforma, actualizaciones, etcétera.
Afino el pronóstico. Se llevarán el gato al agua el “pago modulado” –acceso gratuito hasta un cierto número de páginas, piezas o según la procedencia (buscadores, redes sociales…), como el de The New York Times o el del Financial Times– y las aplicaciones para dispositivos móviles. Tengo una sola razón principal y algunas menores. Dejemos estar las menores –p.e. que casi todos los adultos occidentales usaremos algún dispositivo móvil a finales de 2012– y vamos al grano: las marcas que se dejan dinero de verdad en publicidad quieren saber quien interactúa con sus anuncios. Más: quieren elegir o seleccionar el receptor para adaptar los mensajes, la frecuencia, etcétera. Por el lado del medio, sólo el pago encaja con esta estrategia.
Añado que en pocos casos bastarán los ingresos por contenidos y publicidad para sostener una operación tan cara como el periodismo. Las editoras que quieran permanecer de pie en 2013 deberán poner en marcha otras negocios para sostenerse. No, no piense en ayudas públicas: la gente estamos muy enfadados y no entenderíamos, por ejemplo, que el Estado continuara tapando la ineficacia de algunos gerentes con el dinero de todos.
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