martes, 24 de abril de 2012

La portada es el espejo del alma

Catalunya celebró ayer Sant Jordi (San Jorge), patrón del país. Para los que no lo sepan, es costumbre regalar libro y rosa a "your significant other/s", pues es también es más día de los enamorados que el dichoso 14 de febrero. Por Sant Jordi sale a la calle, en feria, todo el mundazo del libro (librerías, tiendas de segunda mano, editoriales grandes y pequeñas, distribuidoras, autores…). También salimos la gente, aunque sea laborable. Se venden unos siete millones de rosas. En cuanto a los libros, solo ese día supone casi un 8% de las ventas del año. Es una fiesta impresionante, maravillosa.

Bien. Ahora fíjese en estas portadas/tapas de hoy:



¿Comparó las fotos centrales? No, porque le falta saber que la pareja de la foto de La Vanguardia son el presidente de Catalunya y señora. La pareja de Ara son dos quídams cualquiera en La Rambla de Barcelona con fondo del follón de gente callejeando (¿no le he dicho que es una fiesta colosal?). Ahora compare de nuevo las fotos.

Esta simple elección gráfica explica más de esos dos diarios que diez libros de periodismo.

Y los títulos principales… pues también. La recesión ya estaba hace una semana, pero técnicamente fue ayer cuando se cumplieron dos-trimestres-consecutivos-con-PIB-negativo ñeñeñeñeñeñeñeñeñé, etcétera. Por favor, dejen vivir. No se estrechen tanto. Salgan a la calle, fíjense en las personas, respiren hondo, prueben a sonreír. Con lo mal que está todo, para un día que podemos ponerle sonrisa a la primera página… Vaya reunión de portada sería la de ayer en La Vanguardia. Me pregunto si saldrían llorando.

PS: Foto de pareja en la calle o similar la llevan también El Periódico, El Punt Avui, Segre, Diari de Tarragona, Regió 7 y tutti quanti. Pero a uno le ha gustado más la de Ara (donde escribo una columna semanal, sí, pero solo me pagan por la columna).

La pista me la ha dado un Jordi: gràcies, nen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ramblejant la diada de Sant Jordi, entre el brogit de la gent i les parades de flors, vaig veure una noia rebent una rosa del seu estimat, ella li va fer un somriure i acostant els seus llavis als del noi feu-li un petó suau i tendre, no calia res més. N’hi ha res més dolç que rebre un bes d'una dona enamorada?