Reinhard Gäde, entonces |
Estas eran las portadas de los diarios que vestían los quioscos de Madrid el 4 de mayo de 1976, menos de un año después de la muerte del dictador Francisco Franco (no están a escala pero todos eran tabloides de diversas medidas):
Los tres de la izquierda son matutinos. Los de la derecha, vespertinos. |
Ese mismo día, hacia las seis de la tarde, con mucho retraso, apareció en esos quioscos un nuevo diario. "Para la gente que piensa", decía su publicidad. Era este:
Compárelo con el resto de sus colegas madrileños de quiosco, de los que sólo sobrevive ABC. Esa presencia gráfica impresiona ¿verdad? Pues su autor es Reinhard Gäde, junto a sus escuderos Julio Alonso, fallecido en febrero de 2009, y Fermín Vílchez.
El modelo gráfico de El País, tan germánico, tuvo un impacto colosal. En años sucesivos sería copiado más o menos irreflexivamente por casi toda la prensa española. Tan dominante era su influencia que el último estándar de ocho columnas en pasar a tabloide, Diario de Navarra, explicaba a sus lectores que adquiría "el mismo tamaño que El País" y que su gráfica sería "como El País". Esto ocurría… ¡en 1984!, ocho años después de la aparición del diario madrileño.
El visual de Gäde se había convertido en referencia. La única hasta que el 3 de octubre de 1989 apareció un paradigma gráfico diferente: La Vanguardia rediseñada por Walter Bernard y Milton Glaser.
El diseño de El País respondía a un propósito editorial preciso y no a un esquema de producción o a un afán estético. En uno de los memorandos elaborados por los promotores del diario unos meses antes del lanzamiento, bajo el epígrafe "1.-Prioridad de la información", se lee:
En un medio en el que la prensa ha sido manipulada y dirigida durante varias décadas, puede no ser ociosa la afirmación siguiente: el propósito de un periódico como el que queremos hacer consiste en informar a sus lectores. Proponer este punto de partida en Londres o en París produciría tanta perplejidad como afirmar la existencia del Támesis o del Sena. Pero no es una precaución gratuita en una latitud en la que, todavía en fecha reciente, 1971, el ministro de Información sostenía que la misión de la prensa era la de ser un instrumento al servicio de los intereses del Estado.Gäde dio a ese propósito encarnadura visual y a él sujetó su arte y su técnica, a las que consideraba caras de la misma moneda. Nuestro hombre, un báltico de Lübeck, había estudiado artes gráficas en la férrea e industrial Essen y estaba muy influido por la Bauhaus, cuyo principio inspirador es bien conocido: la forma sigue a la función.
En esta misma línea, otra fuerte inspiración de Gäde fue Stanley Morison, el tipógrafo británico que diseñó la letra Times para The Times. Para Morison, "la tipografía es el medio eficaz para conseguir un fin esencialmente utilitario y sólo accidentalmente estético, ya que el goce visual de las formas constituye rara vez la aspiración principal del lector. Por tanto, es equivocada cualquier disposición del material de imprenta que, sea por la causa que sea, produzca el efecto de interponerse entre el autor y el lector".
Los que conocieron a Gäde dicen que era muy, pero que muy estricto al respecto. El diseño debía ser transparente. De ahí todos los criterios básicos de confección que estableció: el texto debe leerse continuadamente, sin ser jamás interrumpido por otros elementos gráficos (fotos, sumarios, destacados…); el diario no debe gritar (36 puntos era el cuerpo máximo de titulares) y su tono debe ser dialogante; modularidad; jerarquización asociada a formatos fijos; elementos fijos de navegación, etcétera. Todo lo que hoy es normal.
En fin, Gäde fue el primer Director de Arte que merece ser llamado tal en la prensa española. Definió ese oficio, hizo escuela y, sobre todo, su patronaje gráfico concretó el modo de hacer y de ver los diarios que es aún hoy la forma mental que tiene ese objeto en tres generaciones de lectores. Imponente.
Fermín Vílchez tiene todo muy explicado en su imprescindible "Historia gráfica de la prensa diaria española 1758-1976". Él ha escrito para Esta Casa unas líneas sobre su maestro Gäde. Aquí van:
El alemán Reinhard Gäde (1937-2012) es y será siempre el precursor del moderno diseño periodístico español. El concepto gráfico que plasmó en El País supuso una gran transformación, por no decir revolución, en la apariencia de los rotativos editados en España hasta 1976, año de aparición de la cabecera madrileña. No cabe duda alguna, para cualquier investigador del periodismo, que existe un antes y un después de El País en la historia de la forma gráfica de los diarios impresos, y que con Gäde comienza la etapa más esplendorosa de la confección de los periódicos cotidianos. Etapa que todavía perdura pese a la crisis de los medios de papel. Ahora que Reinhard nos ha dejado definitivamente y sus cenizas han sido esparcidas en el mar que rodea a Peñíscola –su segunda residencia después de Chinchón–, es el momento de no olvidar su trabajo en El País, donde sobresalieron la funcionalidad, la elegancia y la legibilidad, aparte de los elementos estéticos. Hoy, casi 36 años más tarde, el diseño que inventó Gäde para El País sigue siendo un magnífico y modélico ejemplo del buen hacer en la concepción y realización de un periódico.El País no ha hecho, hasta hoy, mucha justicia a Gäde. No son pocos los colegas que han lamentado el mezquino obituario que el diario dedicó a quien le dio figura, presencia y vestido. Creo que lo corregirán pero… qué pena.
En recuerdo de Reinhard Gäde, Director de Arte. Darío Valcárcel, en Política Exterior, 02/04/12
El alemán que diseñó El País, de Fermín Vílchez, en El País, 03/04/12
La belleza gris. Arcadi Espada, en El Mundo por dentro y por fuera, 03/04/12
El alemán. Javier Errea, en Erreadas, 04/04/12
Reinhard Gäde, en Encajabaja, 10/04/12
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