domingo, 20 de mayo de 2012

Concurso de belleza patriótica entre tabloides nacionalistas

No me mire así, que yo también me he asustado. La Razón añade un bonus cómico a la portada: calificar a sus firmas "las mejores de la prensa internacional". Merece el mismo crédito que al subtítulo del Daily Express: "World' Greatest Newspaper".



Lo de ABC es la versión prensa escrita de la Deriva de los Continentes de Wegener. La portada va separándose de la realidad cada día que pasa. Además, eso de "crece el malestar", etcétera, son los viejos trucos de Luis Mª Ánson ("nuestra centralita quedó ayer colapsada y nuestra redacción inundada de cartas en reacción a nuestra información…"; etcétera) pero en versión rancia y floja. El heredero de Ánson y actualizador de todas esas fullerías es Pedro J. Ramírez, el director de El Mundo (el de Madrid, claro), que les da a todos sopas con honda.

Esos dos diarios son muy dueños de hacer lo que quieran, solo faltaría. Aunque esa visceralidad no pase de ser un suburbio del periodismo. Es verdad que algunos artículos sobre España que publica alguna "prensa anglosajona", como The New York Times, son de tono infantil y bajísima calidad profesional (sin fuentes ni datos ni nada, véalo usted mismo o misma). Pero ridiculeces así, las publique el Times o su porquero, no son la causa de los "males de España".

Le preocupan a uno dos cosas. Una, la poca distancia que hay entre estas portadas y la apelación a la "conspiración judeomasónica" o a la "barbarie asiática [el comunismo]" o a "La Pérfida Albión", como en los Buenos Viejos Tiempos del último dictador, allá por la década de 1940. Todo para proteger a un Gobierno que, de momento, es tan incompetente y mentiroso como el anterior. Si eso es periodismo, que venga Pulitzer y lo vea. Dos, la cantidad de buenos periodistas de esas redacciones que tienen que tragar saliva cada vez que ven esos disparates en portada. Gente que se pregunta cuál es la parte de España en sus desgracias (casi toda) y que no puede hacer su trabajo. No hay derecho.

¿Quieren saber cómo se hace un popular nacionalista? Lean "Mail Supremacy. The newspaper that rules Britain" en The New Yorker. Sí, ya sé que es una "sedicente revista anglosajona". Leálo lo mismo.

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