Llegaron a tener hasta 43 puntos de share desde Radio 10 de Buenos Aires, pero entre ayer y hoy tanto Oscar González Oro como Marcelo Longobardi se quejaron de la nueva administración y del ex Grupo Hadad, ahora parte del Grupo Indalo, del empresario del juego y la construcción Cristóbal López. Todo parece indicar que se trata de un órdago a todo o nada de los dos conductores contra quienes tomaron esa decisión y con toda la intención de que vuelvan para atrás.
Cuando se conoció la noticia dije que López no pretendía hacer un negocio sino una ofrenda al poder. Intentaba explicarme entonces las razones de Daniel Hadad para vender sus medios. Después de eso he oído más de una vez que hace años que DH era solo testaferro de Néstor Kirchner y que sus sucesores le exigieron de buenos y de malos modos que entregue todo al nuevo al socio/testaferro.
Lo que ha provocado las furias de González Oro y Longobardi fue el nombramiento de Javier Romero como Gerente de Contenidos del grupo de medios de Indalo. Romero, además de biógrafo (en contra) de Hadad, es un obsecuente kirchnerista, dueño y editor de Diario Registrado e insultador consuetudinario de Longobardi, Oro y Hadad.
Ahora digo:
1. La presencia de Javier Romero estaría blanqueando la identidad de los verdaderos dueños del antiguo Grupo Hadad: siempre eligen a los más obsecuentes, aunque sean imbéciles.
2. Si el Grupo Clarín hubiera planeado una estrategia para contrarrestar los embates del poder político no lo hubiera hecho mejor.
3. Se está preparando la tormenta perfecta. Hay que salir a pescar.
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