La contraportada/contratapa de La Vanguardia es, bueno, parte de la rutina diaria, aunque solo sea para calentarse y no leerla. Pero tienes que saber quién es el entrevistado, ver el titular, leer el perfil y saber quién del trío de entrevistadores la firma (Víctor M. Amela, Lluís Amiguet o Ima Sanchis). Pero hoy, hoy –casi no puedo seguir escribiendo, como Scott en el Polo– hoy ha ocurrido un hecho preternatural. Ninguno de los tres firma. No está la foto del trío arriba a la derecha de la página. Firma Núria Escur. Acabo de verlo. Inmediatamente, me he precipitado a abrir la ventana para ver si el mundo aun existía. Estaba ahí. Pero La Contra no era La Contra.
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ayer |
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Ya no me quedan uñas. No puedo esperar al lunes para saber qué pasa. Qué angustia. No es broma.
¿Publicar una entrevista es acreditar al entrevistado?, en
PaperPapers, 25/08/12
PS: Gracias a Joseph Roth, de quien parafrasea uno una línea magistral de "La Marcha Radetzky" en esta entrada. Así nomás.
ACTUALIZACIÓN a 05/11/12. Hoy todo ha vuelto a la normalidad. Pero el viernes… el viernes pasó algo que no nos explican.
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