La prueba del desayuno es un estándar falso de la prensa norteamericana y de cualquiera que lo siga. Hace inútiles la vida y la muerte con la excusa imbécil de no arruinar el desayuno de los lectores. También es misión del periodismo estropear el desayuno de los lectores...
Pensaba que esta serie bien podría llamarse la guerra en blue jeans. Por cierto, una secuencia como esta es la excepción clarísima al principio elemental de la edición fotográfica: una foto grande vale más que dos pequeñas.
Las fotos son de Goran Tomasevic, al que ya le presentamos hace unos meses en Esta Casa como el Nuevo Capa. Trabaja para Reuters.
No hay comentarios:
Publicar un comentario