miércoles, 13 de marzo de 2013

Tenemos a nuestros lectores con nosotros


En septiembre de 1999 cuatro chicas, estudiantes de periodismo en la Universidad Austral, entrevistaron a Jacobo Timerman en La Biela, un conocido bar de Buenos Aires que él llamaba "mi partenón". Cuando era pasante en el diario La Nación, Sofía Amado supo que Graciela Mochkofsky trabajaba en la biografía de Timerman y le ofreció la entrevista que tenía granada en dos microcasettes. Fue la última que le hicieran a uno de los más grandes periodistas argentinos: murió dos meses después. Las otras estudiantes eran María Elizalde, María Saravia y Ángeles Ugarte y entrevistaban a Timerman a pedido del profesor Fernando Ruiz, que preparaba entonces al historia del diario La Opinión que se publicó como "Las palabras son acciones".

Graciela Mochkofsky acaba de publicar la desgrabación en "El Puercoespín". Coincide con el lanzamiento de la segunda edición –la definitiva– de su biografía de Timerman, que tengo que ponerme a leer ya mismo. Vale la pena leerla completa y ver esta promoción de Planeta que contiene algunas de las frases que dijo don Jacobo en esa entrevista.



Elegí la frase que más me gustó de Jacobo Timerman para el título de este post. El párrafo completo es este y está al final de la entrevista:
Un día amenaza de bomba. Entonces ordeno evacuar el edificio pero yo me quedo con mi hijo. Sentados los dos. Porque algún ejemplo de que uno enfrentaba había que dar. Entonces me dijo: “Papi, estamos muy solos”. Le digo: “No; tenemos a nuestros lectores con nosotros”. Ese instante cubre todo lo que me queda de emoción, de ideas. Haber podido vivir ese instante. Como decía Goethe: “Oh, instante, detente, eres tan hermoso”
Pero lea este otro párrafo. Es genial y terrible a la vez. Toda una clase de periodismo en diez líneas:
Todos los años en el cementerio de la Tablada profanan tumbas. Anteayer 70, 50 o 40. La Nación sacó hoy un editorial protestando. Ahora, supongamos que La Nación hubiera puesto a sus periodistas a investigar, porque hay muchos elementos de investigación. Yo también he investigado. Ahí viene tu pregunta: “interpretar o investigar”. Todo eso se mezcla. Interpretás que fue un atentado a la sociedad e investigás qué es lo que ocurrió. Cinco periodistas de La Nación colocados por tres días en ese barrio, recorriendo casa por casa, las comisarías, inmediatamente te dicen lo que pasó. Quiénes fueron, cómo se llaman, fue Pepe, fue el Banana, todos los conocen, todos los policías los conocen. Pero no, hicieron un editorial. ¿Qué es un editorial? Un editorial es aquello que nadie lee. Nadie lo lee. En el diario La Opinión, que yo tenía, no había editoriales.

1 comentario:

Cristian dijo...

El último comentario es para pegarle gratuitamente a La Nación, no es una clase de periodismo. Es como si hubiera que elegir entre tener cronistas o editorialistas. Y se puede hacer un buen diario con ambos. La discusión es si son buenos o no.