domingo, 30 de junio de 2013

La intransigencia selectiva de los censores


El viernes el diario Muy de Buenos Aires (Grupo Clarín) publicó esta tapa. No es gran cosa y no se ve mucho. Está la zapatilla de Ángeles Rawson, una chica de 16 años encontrada muerta en un basural y alguien ve una pierna. Después de verlas dicen los que se horrorizan que adentro del diario hay más fotos, pero no las vi ni las pienso mostrar. Esas imágenes pueden inútiles, irrelevantes, no agregar más que morbo y todo eso, pero Muy agotó su tirada el viernes con esta realidad congelada, que es la única verdad certificada que se ha publicado hasta hoy sobre el caso.

No tardaron mucho las condenas a esta publicación. Esta es la de Fopea, el Foro de Periodismo Argentino. Esta la de Agepeba, la Agencia periodística de Buenos Aires (de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata / ultrakirchnerista). Hay muchas más, pero no los voy a aburrir. Solo agrego que casi no hubo periodista que no se rasgara las vestiduras por esa publicación.

Si quieren yo también las repudio, me rasgo las vestiduras y prometo que jamás leeré el diario Muy en represalia por esta publicación. Pero perdonen que les diga que no entiendo por qué se ponen así por una foto y no se quejan nunca de las inmensas mentiras que publican muchos periodistas y medios argentinos todos los días. Tampoco ninguno se horrorizó por la pornografía, por revistas que publican imágenes fotoshopeadas, por los anuncios de prostitución pagados por los tratantes de personas, por programas que uno detrás de otro denigran y discriminan a las personas, por la promoción del juego, por el embrutecimiento consciente de los argentinos, por el lenguaje soez de casi todos los periodistas de gran rating...

Estos que se quejan... ¿Han visto alguna vez la prensa popular -popular de verdad- del mundo? ¿Saben lo que es la verdadera prensa popular? ¿Van a ser ellos los que decidan qué es lo que tiene que publicar un diario popular? ¿Si hubiera un diario verdaderamente popular -uno de sangre y sexo- van a horrorizarse con todas las portadas, difundir comunicados y censurar la conducta de sus periodistas? ¿Publicar unas fotos para vender ejemplares es un delito? ¿No intentamos vender más ejemplares también los otros diarios? ¿No se usan en los medios trucos, juegos, timba, anabólicos y otros ganchos para vender más?

Insisto que no estoy justificando las fotos de Muy. Quizá están mal, pero no los juzgo y defiendo a muerte la libertad del diario para publicarlas como el derecho a criticar lo que publican. Tampoco me animo a decir lo que tienen que publicar y lo que no.

Solo quiero agregar que así nunca habrá verdaderos diarios populares en la Argentina. Creía que no los había por razones económicas y por la voracidad del sindicato de canillitas. Pero ahora me sorprende conocer que tampoco hay populares por la intransigencia selectiva de los censores.

viernes, 28 de junio de 2013

Pésimos consejos de la Deutsche Welle


Hay un principio no escrito del derecho que dice que cuantas menos leyes, mejor. Se aplica a las leyes en general y a cada una en particular, pero especialmente a las fundamentales. Sospeche de las leyes interminables, sobre todo de una constitución larga, de esas que tienen tantos artículos que se contradicen o esconden trampas para casos particulares.

En eso pensaba cuando leí estas increíbles ¡20 reglas! que recomienda Simon P. Balzert para publicar fotos violentas difundidas por la Deutsche Welle Akademie para América Latina. Destaco las cuatro primeras (una obvia y las otras antiperiodismo): si quiere publicar buenas fotos, haga todo lo contrario:
1. Antes de publicar una fotografía, el periodista debe asegurarse de que transmite información relevante, presenta una situación o describe una injusticia que merece la pena ser contada, y que no se imprime como un fin en sí misma, para el entretenimiento o por motivos meramente ópticos.
Ya...
2. Antes de publicar una fotografía, el periodista debe comprobar si es posible narrar por escrito los hechos que cuenta la imagen con la misma intensidad y, en consecuencia, si es posible prescindir de la foto. 
¡No señor! Si una foto lo muestra, no hay nada que contar. Apenas una leyenda para anclar el sentido de la foto. Y si no se puede mostrar ¿por qué sí se puede contar?
3. El periodista ha de seleccionar aquellas fotografías que más emocionen al lector pero menos le impacten. La ropa ensangrentada de un menor muerto puede aclarar lo suficiente, sin que se haga imprescindible exponer su cadáver.
¡Haga todo lo contrario! Impacte a sus lectores. Si no mostramos las consecuencias de la violencia, no terminaremos nunca con la violencia.
4. En periodista tiene que utilizar la misma vara de medir para todas las fotos violentas, independientemente de que hayan sido tomadas en el país propio o en el extranjero. Así, se evitan prejuicios racistas acerca de lugares y culturas lejanos y ajenos.
¡Es al revés! Lo local es casi la esencia del interés de las historias y es lo que buscan los lectores. Nunca el periodista debe medir nada con la misma vara y mucho menos aplicarla para comparar lo local con lo lejano. Y lo de los prejuicios racistas es un problema de ustedes, no nuestro.

El éxito del trabajo y la naturalidad


El programa de Marcelo Longobardi en Radio Mitre de Buenos Aires tiene el 50% de share entre las 6 y las 9 de la mañana en Buenos Aires (la mitad de las radios encendidas están en esa sintonía) Un número increíble, pero más increíble es que se llevó ese número de oyentes de Radio 10, donde estaba hasta fin del año pasado a la misma hora y con el mismo equipo. Por si no lo sabe, Radio 10 fue comprada a Daniel Hadad por un amigo del gobierno para ofrendarla al poder político.

Longobardi no habla de él ni da notas más que en su programa. Solo tiene, además, un sitio web bastante completo: casi un diario. Por eso vale la pena leer esta entrevista, publicada en Clarín el domingo pasado. No dice mucho más que la única clave de cualquier éxito: constancia, trabajo, credibilidad, trabajo, profesionalismo, trabajo, esfuerzo, trabajo, trabajo, trabajo... y una gran naturalidad.

jueves, 27 de junio de 2013

La vieja política brasileña sin norte

Van, del miércoles 19 hasta hoy, las tapas de Correio Braziliense (el diario más creativo del Brasil) desde el tornado a la era de los extremos de hoy: el partido contra Uruguay arriba y las manifestaciones en Belo Horizonte abajo.

El recurso retro en los anticipos


Portada retro de El Observador de ayer, cuando la Celeste no consiguió irritar (abajo la de hoy). La foto es de la final del Mundial 1950 que ganó Uruguay a Brasil por 2 a 1 en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro. Casi parecida a la de los diarios alemanes que también ayer abrieron con fotos históricas en sus anticipos de la visita de Obama a Berlín. Nos dicen en el diario que tuvo buena aceptación y que para hacerla primero convencieron a la gente de marketing para que les dejaran poner las promociones y el cabezal en sepia.


Y de yapa la tapa del sábado pasado, con otra buena idea.

miércoles, 26 de junio de 2013

El amigo americano


Tres diarios alemanes de hoy abren con una foto histórica para anticipar la llegada de Barak Obama a Berlín. Una buena idea, habrán pensado en los tres diarios... Gracias al Gran Carlos.

lunes, 24 de junio de 2013

Menos del 3 % lee periódicos de papel (en Schipol)


¿Cuántos pasajeros caben en un Airbus 320 de Easy Jet? 183 pasajeros si el avión va lleno, como el del vuelo de Ámsterdam a Milán del pasado lunes 2 de junio a las 9 de la mañana. Nos demoraron una hora cuando ya estábamos en los bretes retráctiles, listos para subir al avión en Schipol. No había más que el suelo para sentarse ya que las pocas sillas quedaron para los que pagan unos euros más y hacen la fila del fast check-in.

Hice la cuenta. Tres personas (dos de ellos una pareja) leían diarios, cuatro italianos jugaban a las cartas sobre una maleta, un pasajero mediano hacía crucigramas en una revista de juegos, unos pocos intentaron dormir y algunos charlaban o estudiaban papeles y la mayoría ocupó su tiempo con el teléfono, pero no puedo decir qué estaban haciendo.

domingo, 23 de junio de 2013

Unos aplauden, otros insultan


Quizá sea una de las definiciones de periodista: una persona que es atacada y alabada al mismo tiempo. O mejor: una persona que provoca a todos; ya se sabe que lo que los periodistas no toleramos es la indiferencia ante nuestro trabajo. Todos en la Argentina tenemos una opinión bastante apasionada sobre Jorge Lanata, pero nadie puede negar que es un fenómeno. Subo -entre otras cosas para que quede en este sitio- la entrevista que le hizo Marcos Quintans de Infobae.

viernes, 21 de junio de 2013

Las buenas historias están siempre en otro sitio


Es la foto de Víctor Caivano que apareció en las portadas de The Independent y The New York Times de anteayer. Cuenta Caivano que la consiguió en un momento impensado, cuando volvía de un partido de fútbol de la copa Confederaciones, a donde había sido asignado por Associated Press.

Quizá sin saberlo Caivano siguió un consejo de Ryszard Kapuściński. Las buenas fotos no están adelante sino atrás, al costado, arriba y abajo.

jueves, 20 de junio de 2013

El periodismo no es una mercancía (Ecuador en el siglo XVIII.3)

La nueva Ley Orgánica de Comunicación del Ecuador que se sancionó el viernes pasado (aquí en PDF) supone que el periodismo es una mercancía: un bien que se compra y se vende.

Es un error en el origen. Han sancionado una ley que establece hasta un código moral para ejercer la profesión como si estableciera la cantidad de harina que hay que poner en los fideos.

Pero fuimos los periodistas quienes vendimos -muchísimas veces y hace años- esa mercancía al poder por unos pocos pesos o por algunos privilegios. Por eso digo que tenemos la culpa.

martes, 18 de junio de 2013

Vídeo na Folha


Vea estos videos desde helicópteros y drones de Folha de S. Paulo con vistas bestiales de las manifestaciones de ayer en esa ciudad de Brasil.

lunes, 17 de junio de 2013

Se prohibe la endogamia (Ecuador en el siglo XVIII.2)

Linchar es, según la Real Academia Española, ejecutar sin proceso y tumultuariamente a un sospechoso o a un reo. El linchamiento meditático debe ser una metáfora, pero desde que leí la prohibición del linchamiento en el artículo 26 de la Ley Orgánica de Comunicación, sancionada el viernes pasado por la Asamblea Nacional del Ecuador, me quedé preocupado por sus consecuencias semánticas. En el linchamiento los autores se esconden en el anonimato del tumulto y las víctimas son reos o sospechosos, así que me costaba aplicar la analogía al caso de los medios.

El estándar del linchamiento servirá para lo que quiera el poder. Encontrarán linchamientos (difusión de información que, de manera directa o a través de terceros, sea producida de forma concertada y publicada reiterativamente a través de uno o más medios de comunicación con el propósito de desprestigiar a una persona natural o jurídica o reducir su credibilidad pública) en meras coincidencias endogámicas, de esas que hay a montones. También en el refrito, el plagio y hasta los chivos / camarones / chapuzas del mismo periodista en dos medios distintos.

Decidirá si hay linchamiento el Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y la Comunicación, integrado por cinco funcionarios públicos, que supondrán las intenciones tumultuarias de estas y otras chapuzas en los contenidos de los medios contra los reos o sospechosos. Dios nos ampare.

domingo, 16 de junio de 2013

Ecuador en el siglo XVIII


El viernes la Asamblea Nacional del Ecuador sancionó la nueva Ley Orgánica de Comunicación (esta es la versión que se votó / PDF). Los 119 artículos esconden el único que importa: el control del poder político del Ecuador sobre la difusión de las ideas. Me preguntaba Patricia Janiot de la CNN si había un antecedente y contesté que sí: en el siglo XVIII, antes de Carlos III, que dio a la incipiente prensa americana libertades superiores a las que establece esta ley. Eran tiempos en los que no se podía publicar un solo panfleto sin la licencia del Rey y la censura del Santo Oficio, sin embargo Carlos III permitió en América libertades que no había en la Península para que la prensa controle a sus lejanos funcionarios.

Mientras las dictaduras democráticas latinoamericanas sigan entendiendo la democracia como la imposición a las minorías del pensamiento de la mayorías, el periodismo deberá volver a su viejo esquema de convivencia con las dictaduras militares, que no pudieron con la industria: diremos y leeremos entre líneas, usaremos la cuchufleta, la sátira y la ironía y aguzaremos el ingenio contra la inteligencia bastante precaria de los autoritarios.

Siempre la verdad se filtra. Aparecerá por vericuetos que ni se imaginan los que la quieren esconder. No se la puede tapar y menos en tiempos de medios globales como lo es cualquiera que tenga un humilde sitio en la web, una cuenta de Twitter o de Facebook. Es evidente que las leyes antimonopolio no alcanzan y que el estado puede y debe asegurar la pluralidad de voces. Pero en este y otros casos se han servido de la necesidad de defender a los ciudadanos de los abusos de los monopolios o la posición dominante de algunos grupos para establecer el monopolio o la posición dominante del estado todopoderoso.

Leyes como estas son armas en manos de un suicida: se terminan cargando el mismo régimen que las dicta, tenga el nombre que tenga.

viernes, 14 de junio de 2013

La inmediatez, el periodismo y los consultores


No se queda ahí mirando y lea de cabo a rabo esta entrevista a Javier Errea de Yelitza Linares que publicó el diario Últimas Noticias de Caracas. Tiene frases como esta:
El periodismo tiene que ver única y exclusivamente con eso tan dificilísimo que es contar historias. Es decir, ayudar a entender el mundo y a compadecernos de él. Compadecer es un verbo precioso: significa no lamentarse resignadamente, sino padecer con. Hablamos, por tanto, de empatía, de solidaridad, de humanismo radical. Lo demás es accesorio. No es que lo diga yo, es que es accesorio. Y como las empresas informativas no quieren verlo, o no lo aceptan, y no lo aceptan porque se trata de algo muy complejo, se dedican a comprar soluciones de otro tipo. Es lo fácil. Comprar soluciones como quien compra aspirinas. Pero el periodismo no va de eso.
O esta:
La batalla de la inmediatez no es la batalla del periodismo. Esa será la batalla de la distribución. No la nuestra. No me importa quién da la noticia primero, sino quién la da mejor. ¡Qué más da anunciar algo diez segundos antes que tu competencia! Eso es algo que nos han vendido interesadamente y que forma parte de la sociedad de consumo radical y devoradora en la que vivimos. Una sociedad que no genera más conocimiento, sino más ruido. 99% de lo que se dice o vive en Twitter son majaderías. A mí eso, que en el fondo tiene que ver con la vanidad y con el intento de satisfacerla, no me interesa. Lo que se ha abaratado es la posibilidad de publicar desahogos personales.
O estotra:
La integración de redacciones es una maniobra fruto del nerviosismo de una industria que no sabe cómo recortar gastos para mantener los beneficios registrados durante años. No responde a una convicción ni está produciendo mejor periodismo. Es una medicina paliativa. A mi modo de ver, una gran mentira. Y a ella contribuyen numerosos consultores. Está produciendo esquizofrenias, por cierto. Lo que pasa es que queda estupendo hablar de salas de redacción con forma de sistema solar en un congreso de editores, organizar giras y visitas, y vender así el elíxir del futuro, la pócima que salvará el periodismo. Los resultados están a la vista.
¡Genial! No recuerdo si lo encontré gracias a un tuit de Yelitza o de Carmen Riera.

Javier Errea estuvo en Caracas para el Seminario de Diseño de la Información que se realizó en esa ciudad el 12 y el 13 de junio pasados.

Otra vez

Esta vez no ordeno los diarios argentinos por circulación sino por la fuerza del título cantado de las portadas de hoy. ¿De todos? No, los que dependen del gobierno resisten...














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jueves, 13 de junio de 2013

Publicidad contextual macabra

El cadáver de Ángeles Rawson apareció en bolsas de residuos en una planta de tratamiento de basura (gracias DD*).

miércoles, 12 de junio de 2013

No es copia, es endogamia



Lo hubiera encontrado por las mías, pero confieso que lo que vi primero gracias a un tweet de Juan Pablo Mansilla y él por Diario sobre Diarios.

domingo, 9 de junio de 2013

La libertad es el tiempo


Tiene muchos títulos esta fantástica entrevista de la televisión española a José Mujica, el presidente del Uruguay. La entrevista debe ser la única conexión con el periodismo, aunque las preguntas son bastante obvias, valen la pena las respuestas y por eso la subo, para tenerla a mano. Gracias MP*.

sábado, 8 de junio de 2013

El género cuchufleta

 

Les paso, con algunos cambios, mi columna de ayer en El Universo de Guayaquil:

El género cuchufleta, el periodismo y Jorge Lanata

Un programa de periodismo político bate récords de audiencia todos los domingos entre las diez y las doce de la noche en la Argentina. Cada semana, Jorge Lanata y su equipo de periodistas destapan escándalos de corrupción relacionados directamente con la familia gobernante hace diez años y sus más inmediatos colaboradores. En lo que va de la temporada 2013, el programa ha mostrado cómo roban cientos de millones al Estado, se acumulan en bóvedas construidas en los sótanos de casas particulares y se sacan hacia paraísos fiscales o se lavan con una ley hecha a las apuradas a medida de ese dinero. La plata es tanta que no se cuenta: se pesa. Nadie ha salido a desmentirlo: a lo único que atinan es a borrar torpemente las señales de sus propias tropelías y a intentar restarle audiencia al programa de Lanata cambiando –con poca suerte– el horario de los partidos de River y de Boca. El mismo intento de tapar a Lanata con el fútbol es una prueba de que no tienen otro argumento que esconder la mugre debajo de la alfombra. Pero sobre todo es un certificado de que les duele.

A cada programa siguen varias denuncias judiciales de distintos actores a los implicados, que probablemente no prosperen por lo menos mientras dure el amparo del poder político. Y es tal la popularidad de Lanata que si prosperara una querella de los implicados en su contra, haría un daño fenomenal en el capital político del gobierno, ya bastante maltrecho por cierto. Como en otras ocasiones en las que no hay respuesta posible, la presidenta ignora olímpicamente los hechos a pesar de los incesantes desafíos de Lanata para que desmienta los que muestra cada domingo a millones de argentinos.

Jorge Lanata no se presenta con la cara enojada de los periodistas ácidos. Comienza con un monólogo en solfa y termina con un editorial que pone la piel de gallina, pero en el medio hay un show que cuenta con actores, imitadores, puesta en escena, bromas, malas palabras, parodias y mucha información con su correspondiente producción. Eso es lo que llamo género cuchufleta.

La cuchufleta es tan vieja como el periodismo y consiste en usar la ironía o la sátira para criticar. Durante la década kirchnerista, el primero que lo utilizó fue Alejandro Borensztein en la edición de los domingos del diario Clarín. Lo siguió Carlos Reymundo Roberts en la página dos de La Nación de los sábados. El padre de Borensztein era Tato Bores, un humorista político que en las décadas del sesenta y setenta tenía en vilo a la audiencia y a los políticos desde la televisión en blanco y negro: vestía de frac y fumaba un cigarro descomunal. Pero Lanata no usa la ironía para opinar sino para informar. Lleva año y medio en la televisión y un poco menos en la radio, ahora cuatro horas por día de lunes a viernes con un éxito fenomenal. Pero tampoco eso es nuevo en la Argentina ni en el mundo. Lo hicieron El Mosquito a fines del XIX y Caras y Caretas entre 1898 y 1941 y lo hacen Le Canard Enchaîné y The Onion ahora mismo y hace años.

El género desarma al poder y gusta al público. Lanata le está ganando la agenda al gobierno, que va detrás contando cadáveres y contraoperando, porque cada vez que han intentado desmentirlo no han hecho más que agregar pruebas a lo que Lanata denunció esa semana. Cuando hablan, se entierran más y Lanata les hace pito catalán desde la pantalla. La cuchufleta se ha vuelto el género más adecuado para contar los desaguisados de los autoritarios, porque el público no podría creer jamás lo que Lanata y su equipo cuentan del gobierno si lo hicieran en tono serio, pero tampoco los autoritarios pueden creer que alguien se esté riendo de ellos en la cara.

Pero no es el género ni el pito catalán lo que molesta al gobierno, sino la valentía de Jorge Lanata para decir lo que casi todo el mundo sabe pero calla porque no se anima o no tiene altavoz. A la valentía o a la temeridad de Lanata hay que sumar la obscenidad de la corrupción que deja huellas por todas partes y el apoyo económico del Grupo Clarín, que está dispuesto a morir matando ante los ataques del kirchnerismo. El programa de Lanata cuesta mucho dinero que Clarín invierte con gusto y sin pedirle nada a cambio: ya se sabe que a Lanata no se le ponen límites. Esa fórmula mortal deschava las intenciones de los revolucionarios populistas, esos que dicen que quieren cambiar la Argentina, mientras Lanata prueba todas las semanas que lo único que cambian es la plata de lugar, cuando va desde las arcas del Estado a sus cuentas bancarias en paraísos fiscales. Y así no hay revolución que aguante.

miércoles, 5 de junio de 2013

No es lo que parece. Es peor.

El Gobierno español anunció ayer los datos del desempleo*: 98.265 desocupados* menos en mayo que el mes anterior. Para que se ubique, España tiene un 27% de su población activa desocupada, lo que viene siendo 6,2 millones de almas. Es mucho. Así que aquel dato es, no sé, un rayo de luz, una esperanza y una cosa.

La prensa de la llamada "Brunete mediática"** reacciona en primera del mismo modo.




Parece que pactaron las portadas o que se las mandaron hacer así. Pero quiá. Es peor. Esas portadas salieron iguales sin siquiera necesidad de acuerdos ni recomendaciones. Esas portadas salieron à la chien de Pavlov, aquel perro que salivaba cuando oía tocar una campana pues previamente le habían condicionado a asociar ese sonido con la comida. La campana sería la voz del Gobierno y la salivación las portadas, perdón por ser tan explícito –ya sabe, dicen que los catalanes explicamos los chistes en lugar de contarlos.

Es de justicia reconocer que La Gaceta y La Razón hicieron un esfuerzo con lo de la luz al final del túnel y las cinco historias personales ("interés humano", etcétera). Enhorabuena. ABC, facilón, optó por la foto de la ministra de Trabajo. Vaya. Puede que esa decisión sea una obra de caridad con ella, que lleva un buen tute desde que llamó "movilidad exterior" a la emigración de jóvenes por motivos económicos. Cuidado que la caridad es una cosa muy buena, muy buena, muy buena. Ocurre que los diarios son para informar y esa es su principal obra de caridad y de fe y de esperanza y de lo que quieras. O también: primero la obligación y luego la devoción.

El Mundo, como para diferenciarse de sus colegas de bando, sale en tono apocalíptico, profético y dramático (¡The Second Coming Is Here!):


¿Cuál es la noticia? ¿Que el Gobierno dice que son los más guapos? Caramba. Dice el Gobierno, dice el Gobierno, dice el Gobierno… La verdad es que el Gobierno, últimamente, no acierta mucho en sus previsiones. Aunque, claro, a base de repetir la misma cosa siempre acabas acertando. Imagine que escribiera todos los días una entrada con el título "VOY A MORIR". Pues eso.

Habrán advertido también que los segundos temas de esas portadas/tapas son el mismo asunto, un desvío de más de 900 millones de euros destinados a los desocupados cometido por quienes administraban esa plata en Andalucía, una región del sur de España. Es verdad, el asunto es gordo. Lo que ocurre es que hace unos días que no hay novedades de relieve. Ellos lo llevan igual porque es un escándalo que afecta a la oposición y contrapesa a otro parecido que afecta al Gobierno. Otro día hablamos de eso. O no.

Volvamos al desempleo, que es el tema del día. La Vanguardia aprovecha el hueco para halagar al Gobierno. Después de ponerse tan a favor del principal partido secesionista catalán, entre el verano y otoño de 2012, el diario barcelonés viene retirándose a sus posiciones de siempre. Pero es mucho lo que debe hacerse perdonar y de ahí esta primera, tan entusiasta o más que los tabloides de la derecha nacionalista española de más arriba:

"El paro registrado se reduce en casi 100.000 personas"

Es un entusiasmo fácil de defender. ¿Quién no se alegraría tanto de ese dato en medio de una crisis tan dura? Sólo un insensato o un cruel puede criticarles por eso, etcétera, etcétera.

El País agrega un matiz interesante en el subtítulo/bajada:


Ayer en la web titularon duro por ese dato de la bajada: la reducción del desempleo es estacional en función de la temporada turística que ahora comienza. Por ese motivo recibieron mucha leña en redes sociales, con mensajes tipo "El País no se alegra del descenso del desempleo porque está en la oposición" y similares. Quizá se asustaron.

Es cierto que ese repunte del empleo es estacional. Fíjese que hasta el 33,6% de las nuevas altas en la Seguridad Social del mes de mayo procede de las Islas Baleares, región pequeña donde el turismo lo es todo, todo, todo. Viendo todo el panorama, quizá son mejores estas otras primeras, de los diarios que no se asustaron:

"Tregua estival"

"Respiro temporal"
Claro. Estos titulares pueden ser considerados interpretativos, en el sentido de que no sabemos qué ocurrirá al final del verano y hay una posibilidad de que este estirón del empleo se consolide. Puede ser. Ojalá. Pero la temporalidad no es un dato que se deba ocultar ni tampoco transformar en tendencia, como hace El Mundo. También podría interpretar que se consolida el empleo precario o que los datos desestacionalizados dejan el aumento en apenas 265 empleos. Bien. Pues acá va una primera cuyos titulares se limitan a los hechos y resuelven todo ese debate:


Málaga es provincia litoral donde el sector turístico es importantísimo. Me parece el mejor titular sobre el asunto, junto con esos otros dos inmediatamente más arriba. Si el resto no lo hicieron así no es porque no lo vieran –cada año ocurre lo mismo, es como tener un gorila en el cuarto– o porque les importe el desempleo y los desempleados y quieren darles ánimo. Sencillamente, no lo hicieron porque lo que querían hacer es propaganda del Gobierno. Son muy dueños. Pero que no lo llamen periodismo.


* [N del B para españoles: uno no escribe "paro" y "parados" porque en el habla mayoritaria de la lengua española, esas palabras no se usan para describir a quien se queda sin trabajo y al fenómeno que lo provoca. Esos hablantes –que son la mayoría de lectores de este blog– usan esos vocablos para referirse a quien se levanta o está ya en pie. Sé que decir esto de este modo puede parecer una provocación. Error. Es apenas una pedantería pelín sarcástica. Tómesela deportivamente].

** [N del B para no españoles: Brunete es una localidad al oeste de Madrid donde, en julio de 1937, tuvo lugar la batalla del mismo nombre durante la Guerra Civil. Tras la victoria del bando nacionalista, los milicos usaron ese topónimo para denominar a la división acorazada del Ejército español, uno de cuyos ex jefes estuvo implicado en la última tentativa de golpe de Estado conocida acá, en 1981. Medio en broma, se llama "Brunete mediática" al conjunto de medios alineados con la derecha nacionalista española].