Ayer cesó Pedro J. Ramírez en el diario El Mundo de Madrid, fundado por él mismo hace casi 25 años pero ahora propiedad del grupo italiano RCS (Rizzoli - Corriere della Sera). Les paso la viñeta que subió José Juan Gámez Kindelán a Facebook y los tuits en los que Ramírez comenta su alejamiento y la interpretación de Federico Jiménez Losantos (la cuenta no la lleva él pero son dichos de él -> gracias MD). Y aquí la noticia en El País, mucho más pragmática.
Hay dos grandes verdades y dos preguntas.
1. Ramírez molesta al poder -sea el que sea- y eso es una buena nota para cualquier periodista. Así, con independencia y valentía, creó un diario casi de la nada hace 25 años y lo puso donde lo puso.
2. Ramírez tiene un ego del tamaño de un castillo: nada nuevo en la industria.
3. ¿Será capaz El Mundo de trascender a su fundador? Es la prueba de fuego por la que pasa todo diario en un momento temprano de su vida, ya que casi no hay excepción: todos los fundadores de diarios son como Pedrojota y por eso mismo muy pocos sobreviven a sus fundadores. Son casi idénticos los códigos genéticos de un águila y un gorrión y hay que esperar que crezcan para saber cuál es cuál.
4. ¿Qué hará ahora Pedro J. Ramírez? Apuesto al periodismo sin papel.
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