Nos vamos acostumbrando a ver en lugar de leer y lo único malo de eso es el espantoso verbo visionar que algunos usan en España sin ningún remordimiento. No hay lenguaje como el video / cine / audiovisual o como se lo quiera llamar para enterarse de las noticias. Es más cómodo y hasta más rápido, ya que nos ahorramos un montón de descripciones inútiles de paisajes, objetos o personas que aparecen en las noticias.
¿Qué es más cómodo, leer El Quijote de la Mancha en un libro o verlo en una película? De hecho no entendí qué era la bacinilla que el ingenioso hidalgo usa como yelmo hasta que la vi en alguna ilustración. Desde que existen los libros hay imágenes, puestas ahí por los propios autores o por ilustradores que vinieron después a interpretar los textos. Pienso ahora en los fantásticos libros de Ramon Llull o en los grabados de Gustave Doré.
El video es el nuevo texto que no se lee. Se ve y se oye como vemos y oímos a un interlocutor cualquiera. Es mucho más fácil que leer, sobre todo para enterarse uno de las novedades, de sus comentarios y análisis. Para Giovanni Sartori (Homo Videns) es un problema que veamos sin entender. Pero no es tan así para las nuevas generaciones, como no lo fue para las pasadas entender El Quijote a partir de los que se imaginaba Gustave Doré. Las imágenes pasan directamente al cerebro sin necesidad del entendimiento.
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