¿Quiere tener una radio? ¿Le gustaría que le vaya bien? Bueno, eso da mucho trabajo pero es nada comparado con conseguirlo. Descubrí esta columna que escribió Daniel Hadad en febrero de 2008, cuando Radio 10 estaba en lo más alto del rating y era un negocio fenomenal. La publicó en Perfil, aunque aquí está el link a su propio blog. Abajo va lo que importa:
El equipo que hace Radio 10 combina a la perfección información y entretenimiento. Velocidad y reflexión. Participación de la gente y humor. Cada programa se integra con el que sigue. Cada conductor sabe que "el todo es mayor a la suma de las partes".
Obviamente, este análisis sería incompleto si no reconociera que quienes hacemos este emprendimiento sufrimos de cierto tipo de obsesión. Para ser más claros: nunca nada nos satisface, siempre creemos que nuestro trabajo podría haber sido mejor.
Por eso, permanentemente innovamos. En lo artístico y en lo tecnológico. Cambiamos, evolucionamos, rompemos prejuicios, derribamos preconceptos. Nos enamoramos de la diversidad.
Y no tenemos miedo a equivocarnos. Entendimos que el error (y a veces el fracaso) forma parte del éxito. Nunca les temimos a las críticas. En realidad, siempre les estaremos eternamente agradecidos a los que en nuestros comienzos no entendieron el desenfado de esta joven emisora. Sin esos críticos jamás hubiésemos sido tan populares en tan poco tiempo.Sí. Es lo contrario de lo que hacen casi todos, que odian a los que los critican, se desaniman ante los fracasos, no perdonan los errores y la mezcla exacta de sus contenidos es lo que me gusta a mi.
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