Volvió a ocurrir. Esta vez fue en Clarín de Buenos Aires, como antes fue en La Nación y en el New York Times. Y hay que suponer que ocurre en otros medios que ni nos enteramos. Es el caso de la rebelión de las redacciones.
Viviana Canosa conduce un programa de actualidad en América 24. Su posición es abiertamente de derechas, antigobierno y antipopulista. El 8 de marzo lanzó una diatriba contra las manifestantes feministas. Lo que les dijo está relatado en la nota que publicó en Clarín su editora de género, Mariana Iglesias:
Pasó que esta nota fue levantada por la dirección de Clarín a poco de salir. Entonces quienes se levantaron fueron las periodistas de la redacción de Clarín, promovidas por la comisión interna del Sindicato de Prensa de Buenos Aires. Aquí en el sitio de la Comisión Interna de Clarín.
La primera pregunta es si la dirección de un medio puede levantar una nota, cualquier que sea el autor/la autora. Y la respuesta es sí.
La segunda es si un medio puede tener una redacción en contra de la línea editorial, del pensamiento de sus accionistas. Y la respuesta es que no se puede hacer periodismo para ucranianos con rusos.
Quiero decir que si lo que quiero es ensanchar mi audiencia, la cosa depende más de los lectores que de la dirección del medio. En ese caso la redacción debería ser proporcional a las audiencias y si la mayoría piensa como Canosa, debería levantar la nota.
Pero si lo que me interesa de mi audiencia es cambiar su modo de pensar para adecuarlo a mi idea de sociedad, la redacción debe ser un colectivo parecido a mi pensamiento y por tanto tampoco cabe la nota de Iglesias. Pero entonces correré el riesgo de la endogamia, de reducirme a una audiencia cada vez más encapsulada y probablemente más reducida. Mal negocio, pero quizá mi negocio sea otro...
1 comentario:
Creo entender que Mariana Iglesias está pidiendo para Viniana Canosa algo parecido a lo que acabaron haciendo con la propia Mariana.
Publicar un comentario